El autodiálogo que manejamos de adultos, se construye a partir de los mensajes que nos dieron nuestros referentes básicos en la infancia. También nuestro autoestima, el hecho de sentirnos queridos o valorados, la confianza que tenemos en nosotros mismos o la motivación.
El desarrollo de una mente sana en nuestros hijos se relaciona mirar y admirar todas las facetas de su personalidad, con los gestos de cariño, la dedicación, y los mensajes que los papás les enviamos día a día. El refuerzo positivo genera niños felices.
Los mensajes que recibimos del exterior durante todo el desarrollo de la personalidad condicionan nuestra identidad personal, nuestro autoconcepto, y nuestro autoestima, ya que todos estos conceptos se encuentran en proceso activo de construcción . De hecho, el primer autoconcepto que construimos se apoya por completo en información procedente del exterior, a partir de experiencias vividas, y en base a hechos objetivos y cambiantes.
Por ello, la valoración sobre sus actos que proyectemos en las primeras etapas del desarrollo de nuestros hijos, serán la base de la construcción de su autoconcepto y autoestima. No debemos dar por sentado que los pequeños van a adivinar nuestras emociones o pensamientos hacia ellos, pues únicamente pueden extraer el conocimiento de las experiencias. Deberemos esperar unos años a que el nivel de desarrollo de crecimiento les permita inferir e interpretar estados emocionales o situaciones abstractas.
2) Verbalizar «Te quiero». Por supuesto sabemos lo que queremos a nuestros hijos, y se lo debemos demostrar día a día con juegos, cuidados, acompañamiento y admiración.
3) Debemos fortalecer su autoeficacia. «Tú puedes», o «lo vas a hacer muy bien», son comentarios que le transmitirán al niño nuestra confianza en su capacidad, y así incrementar la confianza en sí mismo y motivarle para seguir hacia delante.
4) Transmitir optimismo realista, sin exigir actos o actitudes para las que no esten todavía preparados.
5)Transmitir al niño su valía personal, admirarle como ser único, importante y maravilloso, y mostrarle que somos tremendamente felices por ser sus padres.
6) Dedicarles tiempo día a día respecto a comunicación positiva. Además, encontraréis que es una experiencia muy satisfactoria, enriquecedora y beneficiosa para toda la unidad familiar.
Vía ABC.es